La irrupción de tecnologías apuntadas a un futuro bajo en carbono requiere de un conjunto de minerales conocidos como elementos críticos. El Dr. Martín Gozálvez, Director del Instituto de Geología y Recursos Minerales del SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino), pone en relieve la necesidad de trabajar aún más en este segmento de momento que se cuenta con información insuficiente sobre estos minerales. Más de una decena de provincias argentinas cuentan con potencial geológico para contener estos materiales indispensables para un futuro más sustentable.
El compromiso por el desarrollo de energías limpias, que impliquen un futuro bajo en carbono, es un imperativo. ¿Existe una estimación de los denominados elementos críticos en Argentina?
Cada país desarrollado tiene definida una lista de minerales críticos para su economía y desarrollo tecnológico y Argentina es productora de alguno de ellos, como litio. Sin embargo, ocupan gran parte de estas listas los elementos de tierras raras, cobalto, vanadio, antimonio, manganeso, wolframio, grafito entre otros. Justamente, Argentina cuenta con insuficiente información geológica, económica y minera sobre estos commodities. Al presente se han cuantificado 1.500 toneladas de cobalto, 10.000 toneladas de níquel, 170.000 toneladas de elementos de tierras raras y 11.000 toneladas de vanadio. La potencialidad geológica del territorio argentino para contener este tipo de materiales no está aún definida y conocerlo es uno de los desafíos que tiene el Estado y la industria.
¿Cuáles considera que son las claves para la exploración de estas sustancias minerales? ¿Qué rol cumple SEGEMAR en esta materia?
La Argentina es un país que orientó la mayoría de sus recursos, humanos y financieros, a la prospección y exploración de cobre, molibdeno, oro, plata, plomo, cinc, uranio, hierro y azufre. Destinó mucho menos recursos a otras sustancias como fosforitas, litio y berilo. La respuesta a esos esfuerzos fue el desarrollo posterior de la industria minera enfocada en los metales base y preciosos que convirtió a Argentina en un país con importantes recursos cuantificados y un mayor potencial geológico estimado.
Un camino similar es el que deberíamos recorrer para que en un futuro próximo empresas mineras interesadas en la exploración de depósitos de minerales críticos consideren a Argentina un lugar promisorio. En este sentido, el SEGEMAR trabaja en la generación de información geológica de base y la pone a disponibilidad en formatos amigables con las nuevas tecnologías de análisis en sistemas de información geográfica. Consideramos que este es el primer paso de un largo camino, el cual es secundado por el desarrollo de proyectos específicos en la temática de los minerales críticos. Para este segundo paso, el SEGEMAR concentra sus esfuerzos en definir los modelos de depósitos presentes en Argentina y los modelos en los cuales puede haber potencial ya que esa definición constituye una de las principales herramientas para el diseño de un programa de exploración de cualquier compañía minera. En relación con esto, estamos trabajando en ajustar los modelos de depósitos de litio en salmueras de la Puna; litio, niobio, tantalio en pegmatitas de las Sierras Pampeanas, Tierras Raras en depósitos asociados a intrusivos alcalinos cretácicos y en depósitos residuales y de alteración en Sierras Pampeanas, vetas y greisen de wolframio y wolframio-estaño asociados a granitos en Sierras Pampeanas, cobalto en fajas de rocas ultramáficas paleozoicas y en vetas y brechas mesozoicas. A este trabajo, le continuará una cartografía metalogenética donde estén claramente identificados los elementos geológicos utilizados como guías exploratorias y las áreas más favorables para realizar esa tarea.
¿Qué provincias cuentan con mayor potencial y/o presencia de estos minerales? ¿Existen depósitos ya definidos?
En Argentina hay varias regiones con potencial geológico para contener estos materiales, pero se destacan dos: i) la que abarca los extensos afloramientos de basamento neoproterozoico y paleozoico en las sierras de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan y San Luis y ii) la región extraandina patagónica que incluye partes de Neuquén, Río Negro y Chubut. La mayoría de los depósitos conocidos carecen de estudios exploratorios avanzados, pero constituyen una muestra del tipo de mineralizaciones que pueden encontrarse en cada ambiente y ayudarán a definir el potencial geológico.
Los depósitos de tierras raras conocidos son Rangel (Jujuy), Jasimampa (Santiago del Estero) y Rodeo de Los Molles (San Luis). Yacimientos donde se ha identificado cobalto como un subproducto son Las Águilas (San Luis), King Tut (La Rioja) y La Niquelina-Esperanza (Salta). Los más importantes depósitos con vanadio son El Guaico (Córdoba), Tordillo (Neuquén) y Amarillo Grande (Río Negro). Las mineralizaciones de níquel más destacadas son Las Águilas (San Luis), La Niquelina (Jujuy) y San Santiago (La Rioja). Las mineralizaciones de wolframio están muy extendidas en todo el país y se destacan Tusaquillas (Jujuy), Los Ratones (Catamarca), Mazán (La Rioja), Arrequintín (San Juan), Agua de Ramón (Córdoba), Cerro Áspero (Córdoba), Los Cóndores (San Luis) y San Martín (Río Negro). Los depósitos con minerales de antimonio más conocidos son los del distrito Rinconada (Jujuy) y La Cébila (La Rioja). Finalmente, el litio es muy abundante en los depósitos de salmueras de los salares puneños, pero también encontramos numerosos distritos pegmatíticos en Catamarca, Córdoba y San Luis con minerales de litio, además de mineralizaciones asociadas de tantalio y niobio.
¿Qué trabajos se están ejecutando con los servicios geológicos de otros países?
En materia de minerales críticos el SEGEMAR ha concentrado sus esfuerzos en tareas que permitan evaluar el potencial geológico del basamento ígneo -metamórfico del noroeste argentino y Sierras Pampeanas. Para ello está desarrollando trabajos de cooperación científica con el Servicio Geológico de Canadá para trabajar en Jujuy y La Rioja, con el Servicio Geológico de Japón para caracterizar áreas del basamento de Catamarca y La Rioja, y con el Servicio Geológico de Brasil para estudiar distritos pegmatíticos litíferos aplicando los métodos prospectivos desarrollados en el basamento neoproterozoico de ese país.