- En Argentina y Chile, Grupo Calidra Cono Sur es un aliado vital de plantas potabilizadoras y depuradoras que necesitan de la cal para tratar el agua de consumo, higiene y de efluentes domiciliarios e industriales. ¿Por qué es un insumo primordial para revertir el estrés hídrico global?
Por Grupo Calidra
El acceso al agua es un derecho humano esencial. A medida que crece la población mundial y se agrava el impacto del cambio climático, es mayor la urgencia por equilibrar las demandas comerciales de los recursos hídricos con la exigencia de que las comunidades sean abastecidas con agua potable para satisfacer necesidades básicas. El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. La Organización de las Naciones Unidas lo instauró en 1993 para crear conciencia y motorizar acciones que aborden la crisis mundial del agua y el saneamiento, ya que 2.000 millones de personas viven todavía sin acceso a agua potable.
Este año, el lema de la fecha es “Agua para la paz”, bajo la idea de que cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, aumentan las tensiones entre comunidades y países.
Uno de los ejes centrales para la ONU gira en torno a respaldar la concreción del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6: Agua y Saneamiento para todos de aquí a 2030. Porque la gestión equitativa del agua es imprescindible en el desarrollo socioeconómico, para la producción de energía y alimentos, la salud pública y la adaptación al cambio climático. En definitiva, es un vínculo decisivo entre la sociedad y el medio ambiente.
En Argentina, según datos del CENSO 2022, hay más de 500 mil personas que no tienen acceso a agua potable. Y es probable que ese número sea mayor, ya que muchos hogares argentinos acceden al agua a través de vías secundarias (cisterna, acequia, agua de lluvia, río), y no se especifica si esas aguas pasan por un tratamiento aprobado de potabilización.
Lo que sí está claro es que en las ciudades más pobladas de Argentina y Chile, Grupo Calidra Cono Sur cumple un rol estratégico fundamental, abasteciendo de cales y carbonatos a las plantas potabilizadoras y depuradoras que suministran agua corriente y tratan aguas residuales.
El World Resources Institute (WRI), una organización sin fines de lucro que promueve la administración sostenible de los recursos naturales, afirma que el mundo atraviesa un estrés hídrico que azota a millones de personas.
Según el último informe del Aqueduct Water Risk Atlas que elabora el WRI (una suerte de mapa que mide el riesgo hídrico global), hay 25 países –un cuarto de la población mundial- que enfrentan un estrés hídrico extremadamente alto, y que cada año consumen regularmente casi todo su suministro de agua disponible.
El estudio arrojó otro fenómeno alarmante: al menos el 50% de la población mundial (alrededor de 4 mil millones de personas) vive en condiciones de gran escasez de agua durante al menos un mes al año.
Agua potable y aguas residuales
Por un lado, está el agua potable que ingerimos. Por otro, el agua que utilizamos para higiene y saneamiento que luego se trata. A nivel humano, asegurar esos dos accesos al recurso es vital para reducir la carga global de morbilidad y mejorar la salud, la educación y la productividad económica de las poblaciones.
Y para garantizar la disponibilidad de esas aguas, es indispensable la intervención de la cal, ya que funciona como regulador de pH, coagulante, inhibidor bacteriano, estabilizador y precipitador de agentes contaminantes. En el tratamiento de aguas potables y en el de aguas residuales domésticas participan muchos productos químicos. Tanto la cal en su diversidad de variantes (óxido de calcio, hidróxido de calcio) como el carbonato de calcio, actúan en diferentes etapas del proceso.
“Muchos de los productos de Calidra como la cal viva (Oxid®), la cal hidratada (Quimex®) y el carbonato de calcio intervienen en el tratamiento de aguas. Algunas se usan en la potabilización de agua y otras para tratar aguas residuales. En tanto, el carbonato de calcio se utiliza en la remineralización de aguas desalinizadas”, explica Melina Berdanelli, Representante Técnica Comercial de Grupo Calidra Argentina.
La cal, un insumo multitasking para un agua saludable
El uso principal de la cal en el proceso de potabilización del agua es como regulador de pH. La cantidad de cal requerida para esa función depende del tipo de agua a tratar.
Como sucede en tantas industrias, la cal es mucho más que un regulador de pH. En el tratamiento de aguas, también actúa como germicida, contribuye a precipitar metales pesados y favorece la destrucción de la materia orgánica presente en el agua, ayudando a disminuir la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno)
“La DBO está relacionada a la cantidad de materia orgánica que contiene el agua, y que sirve de sustrato a bacterias y virus que la descomponen. La cal destruye esa flora y oxida la materia orgánica”, explica Laura Correa, Gerente de Investigación y Desarrollo de Calidra Argentina.
Otra función que cumple la cal es ayudar a la sedimentación del material en suspensión. Aunque no es su función principal, sino que suelen agregarse otros elementos coagulantes para tal fin.
“Dentro de las aguas tenemos distintos materiales: algunos están en forma más grosera como la arenilla, que pueden precipitar espontáneamente sin necesidad de floculantes; otros que están en forma coloidal, partículas tan pequeñas, que no precipitan por sí solas. Estas requieren flocular, es decir, unirse con otras hasta adquirir el peso necesario para poder precipitar”, grafica Correa.
Y agrega: “¿Por qué esas partículas no logran unirse unas a otras para flocular? Porque están cargadas eléctricamente, de modo que, cuando una partícula se acerca a otra, se repelen entre sí y no logran unirse. Lo que hace la cal como producto iónico dentro de ese medio, es ayudar a neutralizar esa carga eléctrica y permitir que flocule, cumpliendo entonces función de coagulante”.
La cal también ayuda a regular la dureza del agua. “La dureza del agua la da la composición en carbonatos y bicarbonatos de calcio y magnesio. Si se introduce más calcio, se induce al carbonato disuelto a precipitar para mantener el equilibrio químico. De este modo, la cal interviene en la regulación de esa dureza del agua”, específica.
Lodos sustentables
El tratamiento de efluentes domiciliarios o industriales es un proceso clave para el cuidado del medio ambiente, ya sea para la buena salud de las cuencas naturales o predios donde se devuelven, como para la flora y la fauna de cualquier ecosistema. En países donde el agua es un recurso costoso y escaso, las aguas de saneamiento pueden ser reutilizadas como agua potable.
Grupo Calidra Cono Sur abastece a las plantas sanitarias de Chile un 80% del total de la cal que el país necesita para tratar sus aguas. La cal se utiliza en mayor porcentaje para tratar aguas contaminadas, también llamadas “aguas negras”. Y en ese proceso, se genera un circuito virtuoso en favor de la tierra.
¿Cómo es ese tratamiento? “Mediante procesos físicos, se separan los sólidos de la fase acuosa, se agregan algunos floculantes y otros químicos para favorecer la sedimentación del resto de partículas en suspensión y, una vez clarificada, el agua se devuelve al río. Esos sólidos separados son tratados con cal y reutilizados como fertilizantes para la agricultura”, cuenta Daniel Rodríguez, Representante Técnico, Calidra Chile.
Actualmente, las plantas de aguas chilenas se comprometieron a incorporar este tratamiento sustentable a sus lodos para poder operar.
“Eso es súper relevante porque finalmente se le está dando economía circular a un desecho. O sea, no solamente se recuperan aguas que originalmente estaban contaminadas como aguas negras y son transformadas en aguas limpias que van a las cuencas naturales, sino que además esos sólidos se convierten en materia orgánica que se utiliza para generar agricultura en el sur del país”, agrega Rodríguez.
La utilización de la cal en esos lodos tiene dos efectos: alcanzar un pH sumamente alcalino (entre 12 y 13) y bajar la humedad de los sólidos (como efecto secundario). Esto elimina la actividad bacteriana, y con ello, se eliminan los olores provenientes de esta, permitiendo a plantas cercanas a poblaciones operar sin incomodidades para los habitantes. En segunda instancia, la cal también lo vuelve un material más maleable: ese lodo se transforma en una especie de greda más densa y viscosa que permite ser transportada sin escurrir.
“Originalmente, las plantas sanitarias fueron construidas alejadas de la ciudad por los olores que despedían. Con el pasar de los años y por la necesidad de tierra, las comunidades fueron rodeando estas plantas. Entonces ahora las comunidades le exigen que no haya olores. Quimex® es un gran aliado, que permite evitar olores en los lodos”, asegura Rodríguez.
Grupo Calidra, un socio clave para la potabilización y saneamiento
Como ya se mencionó, la cal colabora en la potabilización y el tratamiento de aguas residuales junto a otros químicos. En comparación con otras opciones de reguladores de PH, la cal tiene una mejor relación costo/beneficio. Por eso, la mayoría de las potabilizadoras y depuradoras eligen a Grupo Calidra como aliado.
En Argentina, el cliente principal de Grupo Calidra es Aguas y Saneamientos Argentinos (AYSA), que utiliza cales para sus plantas potabilizadoras y depuradoras. También es proveedora de otras empresas de aguas referentes de provincias a lo largo del país.
Los clientes principales de Calidra Chile son las empresas de OTPP (Ontario Teachers Pension Plan), un grupo que asocia a varias empresas potabilizadoras y depuradoras. La compañía referente en Latinoamérica cubre cerca del 80% del suministro de cal para tratamiento de aguas, tanto en plantas de potabilización como en plantas depuradoras. En Chile, otra industria que utiliza las cales de Grupo Calidra para su tratamiento de aguas residuales proveniente de la producción de ánodos de cobre, es por ejemplo Glencore y su planta Altonorte, que opera con Quimex® para la neutralización de sus aguas ácidos y cumplir los requerimientos medioambientales.
Los desafíos del agua para la ONU
● 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura. (OMS/UNICEF 2019).
● Casi 2.000 millones de personas dependen de centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua (OMS/UNICEF 2020).
● 4.200 millones de personas -más de la mitad de la población mundial- carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (WHO/UNICEF 2019).
● 297.000 menores de cinco años mueren todos los años por enfermedades diarreicas causadas por las malas condiciones sanitarias o por agua no potable (OMS/UNICEF 2019).
● 2.000 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua (UN 2019).
● El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua (UNISDR).
● El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas (UNESCO, 2017).
● Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa (SIWI).
● La agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua (FAO).