El Lic. Ricardo Martínez repasa la las conclusiones de la visita del Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Lic. Matías Kulfas, a la provincia de San Juan. El funcionario nacional escuchó de primera mano las propuestas presentadas por la Mesa de la Productividad de San Juan para consolidar a la minería como generador de nuevas oportunidades de desarrollo y transformación.
¿Qué conclusiones se pueden extraer de la visita del ministro Matías Kulfas a la provincia de San Juan? ¿Qué interacción se generó entre públicos y privados?
Se generó una fructífera conversación, con buena recepción de parte del Ministro. La Mesa de la Productividad de San Juan–compuesta por la Cámara Minera, la Cámara de la Construcción, la Unión Industrial y la Cámara de Exportadores- hizo entrega al ministro Kulfas de una serie de inquietudes que abarcan no solo a minería sino a otros sectores conexos y complementarios. Allí detallamos lo que consideramos que son los ejes clave para que toda la política sobe nuevos proyectos y especialmente para la minería, en el ámbito nacional y provincial, cuente con el ímpetu necesario atento a las grandes inversiones que esperamos, particularmente en el caso del cobre, y sin dejar de lado importantes desarrollos también en los metales preciosos.
Sobre lo indicado previamente, es muy importante que el Gobierno Nacional y el Gobierno de la provincia de San Juan, en común acuerdo y mancomunadamente con los privados, puedan cumplir y ratificar las normas, tal vez con algún acuerdo específico que sirva como garantía a futuro, y que permitan asegurar la llegada de las inversiones. Esa es la conclusión de la visita del ministro Kulfas a la provincia de San Juan. También este marco de apoyo y consolidación de un modelo minero nacional es muy oportuno para varias otras provincias, que hoy aún divagan entre discursos de apoyo, sin ratificación parlamentaria.
¿Cómo observa las oportunidades que puede contar Argentina de la mano de la revalorización de los metales?
Los tres principales metales –cobre, oro y plata- poseen hoy una muy interesante cotización en los mercados que se ha sostenido en el tiempo. Sabemos del impulso de la industria verde para una mayor sustentabilidad mundial, y en este aspecto el cobre jugará un rol decisivo y fundamental. Atento a las dinámicas de los mercados, se viene observando un marcado descenso de la producción y caída de los inventarios del metal rojo, lo que deriva en un gran déficit para cubrir la demanda, lo que se proyecta un mayor desfasaje en el futuro cercano.
No se puede dejar de lado el hecho de que Argentina cuenta con media docena de pórfidos de cobre en estado avanzado, algunos de ellos en el Top Ten de los más grandes emprendimientos sin desarrollar a escala global. Atento a lo indicado respecto a los mercados a futuro, no podemos ignorar que tres o cuatro de esos pórfidos localizados en San Juan se encuentran muy cerca de finalizar su factibilidad y planificar su construcción. Y de eso se trata, de aprovechar la coyuntura positiva de dinero disponible a bajo costo en los mercados financieros, y la necesidad de cubrir este déficit productivo para nuestros proyectos argentinos. Es una ocasión casi perfecta y debemos aprovecharla ya.
¿Qué perspectiva observa para San Juan en cuanto al avance de nuevos proyectos y diversificación de la matriz económica?
Nuestro gobernador, Dr. Sergio Uñac, tiene la posibilidad de abrir la Era productiva del cobre, y de capitalizar su futuro político. Pero más allá de la política, obviamente, lo más relevante son las oportunidades laborales, para el sector de las Pymes, sin dejar de lado los profesionales de San Juan que están en diferentes provincias de nuestro país y regiones del mundo, quienes desean estar en su tierra con sus familias. Por supuesto que esto también genera la posibilidad de que muchas otras personas puedan asentarse en San Juan, como ha venido sucediendo desde el inicio de Veladero.
El pedido al ministro Kulfas ha sido firme. A San Juan no le fue mal a lo largo de casi 30 años de apuesta minera permanente, desde promocionar la exploración a inicios de los ´90, y afianzar la producción en 2005 y en adelante, porque esta actividad logró diversificarse con el sector industrial, metalmecánico, servicios y hasta el agrícola. Todo ello ocurrió gracias a las inversiones mineras. Le comentaba al ministro Kulfas que las inversiones acumuladas de los CAPEX de Veladero, Gualcamayo y Casposo estuvieron en el orden de los US$1.000 millones; hoy, solo Josemaría tiene un CAPEX de US$3.000 millones: por tanto, triplicar el CAPEX y el OPEX a lo largo de 25 a 30 años, o más si se suman más proyectos, significa que ese impacto se traslada a la economía local definitivamente. Será otro San Juan, totalmente distinto, y mejor. Ello hace que la minería sea sustentable para sí misma y aliente otros negocios, muchas inversiones incluso no mineras, por el clima de negocios. Hoy hasta el comercio sufre con el estancamiento de los proyectos mineros, en otras épocas, todas las cadenas abrían nuevas sucursales en San Juan. Esperamos que el ministro Kulfas informe lo que tenga que informar, en el lugar que corresponda, lo mismo el Secretario de Minería de la Nación Alberto Hensel y el gobernador Sergio Uñac, que estas medidas se muestren y queden plasmadas en acuerdos nacionales. Quien puede dudar de un modelo económico virtuoso, perfectible por cierto, pero muy positivo que saco a San Juan del monocultivo y la dependencia total del Estado. Pero no hay lugar para fallos o demoras, todo esto debe materializarse en acuerdos que posibiliten estas inversiones reales y no en supuestos o potenciales.
Se ha barajado, nuevamente, la posibilidad de que se avance en las retenciones a las exportaciones de productos agrícolas ¿Qué opinión posee al respecto?
Sabemos lo que sucede y porque sucedió con este tema en la minería del país: hubo un gran punto de quiebre con un ritmo creciente de proyectos puestos en marcha hasta 2010, momento en que se implementaron por primera vez las retenciones a las exportaciones. Fue un escenario que no se esperaba, que sorprendió, y la ley 24196 no lo estipulaba en sus esquemas. Pero se informó que era por única vez, por una emergencia, y a partir de ese momento no se puso en marcha ningún proyecto de gran escala.
Entre 2016 y mediados 2018, cuando se retiraron las retenciones, Bajo la Alumbrera, que estaba prácticamente cerrando, produjo durante 1,5 años adicionales. El hecho de retirar las exportaciones derivó en más dinero representado en impuestos nacionales y provinciales, mano de obra, y contrataciones de proveedores. La matemática de sumar y restar demostró que fue mucho más dinero lo que se percibió y circuló por este año y medio adicional, que lo que representaban las retenciones que se anularon.
En este momento, la minería nacional representa un 0,85% del PBI y las retenciones son una mínima parte de este valor. Por lo tanto, el truco es poner en funcionamiento más proyectos de manera que se agrande la base imponible, recordemos que la minería tributa 85% al fisco nacional y un 15% en las provincias, y la suma de impuestos provinciales y nacionales percibidos serán mucho mayor en una masa de proyectos crecientes que aquello que se percibe con retenciones a las exportaciones al inicio. Hay al menos 3 a 4 años que los proyectos no exportan desde el inicio de la construcción. No hay tributo inmediato, pero si impulso a las economías regionales, creación de mano de obra, mucho empleo y mucho dinero contribuido por empresas y subcontratistas a los estados durante este periodo. No hay que olvidarse de lo largo que es el repago de las inversiones mineras. Eso debe entenderlo el fisco nacional.
La industria minera es factor de desarrollo en lo más profundo de Argentina ¿Cómo percibe el futuro cercano de la minería argentina?
Un caso testigo por excelencia es Josemaría, por ejemplo, implica llevar caminos y energía eléctrica donde no hay conexión, hoy no se llega por San Juan, no existen situaciones de conflicto porque es una zona deshabitada, todo por hacer y hasta hoy nada de contaminación, etc. Este es una oportunidad para un desarrollo conjunto de muchas actividades a la par que la minera. Una oportunidad casi única. No podemos dejar de hacerla y muy bien.
Es preciso dejar de lado los dogmas, posiciones políticas mezquinas como las de Chubut, que cuando tuvieron que tratar la Zonificación Minera no se avanzó por una cuestión electoral, cuando toda la población de la meseta chubutense pide a gritos oportunidades de trabajo. En ese ambiente, con ejemplos tan actualizaos y a la mano, es pedir a las autoridades nacionales que dejemos de jugar con las inversiones, aprovechar estas oportunidades y usufructuarlas como ejemplo para que se sepa que la Argentina abre la puerta a las inversiones y con rigor las controla, pero las deja desarrollarse.
La industria minera cumple con todas las políticas internacionales de ESG, con los impuestos vigentes, y por lo tanto, tiene las mismas obligaciones que otras industrias. En el proyecto entregado a Hensel y Kulfas en San Juan están comprendidos todos los proyectos de inversión directa. El sector minero cumple con todos los requisitos vigentes, pero necesitamos que haya reglas claras para el ingreso de divisas, y que no existan trabas en su desarrollo, o cambios al poco de partir.
En las charlas, se dio apoyo a Josemaría y al modelo San Juan que es la base del proyecto nacional productivo presentado por Hensel hace pocos días al presidente, donde habría un acuerdo.
Cuando en 1995 Bajo la Alumbrera inició con un certificado de estabilidad fiscal por 30 años, y al año le impusieron el Impuesto a los Combustibles (ITC). Pero el proyecto siguió, porque cuando se hunde un capital del orden de los US$2.000 millones o US$3.000 millones, se está aceptando que algunas mínimas situaciones pueden contemplarse, no hay que tocar las estructuras dura, las tasas impositivas gruesas, pequeñas cosas pueden cambiar. Hoy, con en el ambiente financiero y el costo del capital financiero muy bajo, sumado a los commodities en alza, existen ciertas flexibilidades con idas y vueltas maleables que se resuelvan con la producción y el ahorro de costos. Aprovechemos este escenario, y acompañemos al desarrollo.
Los capitales que conocen Argentina conocen de vicisitudes, pero lo que no pueden dejar de marcar y señalar es que ante el inicio de una construcción no estén claras todas las variables a dicho momento. Que la foto del esquema fiscal sea constante. Eso es lo que se reclama: poner en un documento el acuerdo de cuáles son las variables, establecerlas y pintar el paisaje del momento, y que ello sirva como referencia para la inversión, porque si no se parte de un mensaje claro estamos en una nebulosa y puede pasar cualquier cosa.