Joe Lowry, reconocido especialista de la industria del litio, informó que los precios premium continúan para el litio de alta calidad, con grandes disparidades entre los productos de alta y baja calidad. La pandemia también ha revelado riesgos en la cadena de suministro global para baterías de iones de litio que pueden obligar a repensar las prácticas actuales.
«Si bien aún es demasiado pronto para saber qué tan significativo será el impacto del virus en el suministro, en mi opinión surgirá una escasez significativa de productos químicos de litio con calidad de batería en 2021. Por supuesto, la demanda también se verá afectada, pero creo que incluso con una recesión, la demanda de litio se retrasará más que se destruirá», argumenta Lowry.
La falta de inversión, exacerbada por los retrasos en los proyectos relacionados con el virus, podría causar que la demanda supere nuevamente el suministro dentro de dos años, informó el analista estadounidense. «Si se observa un crecimiento moderado en la demanda de vehículos eléctricos y la falta de nuevos suministros en línea, la escasez es una cuestión de cuándo, no si, y se producirán precios más altos», agrega.
En su último podcast, Lowry se refirió a precios superiores para el hidróxido de litio de hasta US$15.000 por tonelada, en comparación con los US$7.000 por material de menor calidad. «A medida que avanzamos, el virus exacerbará las diferencias en el precio», agregó.
El mundo ya se ha movido a la electrificación de la movilidad, que es obligatorio por ley en muchas partes de Europa. Las futuras cadenas de suministro de minerales de baterías serán sin duda una consideración en EE.UU. en un mundo posterior a COVID-19, ya que la fuerte dependencia de China para las baterías se ha convertido en un foco de atención. Europa ha construido, o está en proceso de construir, megafábricas de baterías para hasta el 18% de la demanda proyectada en cinco años.
Por su parte, Bloomberg Tax informó que China acordó extender las exenciones de impuestos y los subsidios a la compra de vehículos eléctricos durante dos años para proporcionar alivio a la industria, la que se encuentra en dificultades a raíz de la pandemia del Covid19.
El gobierno seguirá eximiendo el Impuesto a las Ventas del 10% sobre los EVs -vehículos eléctricos-, un beneficio que comenzó en 2014 y que expiraría a fines de este año, pero se extendería hasta 2022, informó el martes la emisora estatal CCTV. El Consejo de Estado de China también acordó prolongar los subsidios para las compras de vehículos eléctricos por dos años, según la emisora.
Las medidas, que también se aplican a las compras de vehículos híbridos, ilustran los últimos esfuerzos del gobierno para ayudar a la segunda economía más grande del mundo a recuperarse de la pandemia. Los principales líderes de China han señalado que, debido al coronavirus, aumentarán el estímulo fiscal y monetario durante 2020.
La decisión del Consejo de Estado confirma un informe de Bloomberg en febrero en el que las autoridades chinas estaban considerando prolongar los subsidios para compras de vehículos eléctricos, hasta 25,000 yuanes (US$3.500) por vehículo, más allá de este año.
La industria automotriz de China se ha visto particularmente afectada por el coronavirus, y las ventas semanales de automóviles llegaron a caer hasta un 96%. Pero los fabricantes de automóviles eléctricos chinos han contado con el apoyo del gobierno durante la última década para mantenerse en el negocio. Eso ha beneficiado a fabricantes como BYD Co., BAIC BluePark New Energy Technology Co. y NIO Inc., ayudando a hacer de China el mercado más grande del mundo para vehículos eléctricos.