Desde el viernes se autorizó de forma excepcional la actividad en los proyectos mineros, y con el objetivo de acompañar las políticas sanitarias hasta que se detenga el avance del coronavirus, el sector pondrá especial foco en la salud de los trabajadores y las comunidades dentro de este equilibrio que se busca entre economía, actividades productivas y manejo epidemiológico.
Luego de algunas jornadas de tratativas por parte de la industria minera, el Gobierno nacional incluyó al sector dentro de la ampliación de actividades y servicios declarados esenciales por la emergencia del COVID-19. El decreto administrativo 450/2020, que autoriza las tareas vinculadas con la producción, distribución y comercialización forestal y minera, tiene un doble efecto positivo para una industria esencial en el interior del país: por un lado, permite que se continúen las tareas en los emprendimientos y oxigena la economía argentina en un período crítico a nivel global; y por el otro, deja en manifiesto que la industria minera es un eslabón central para la construcción de una Argentina próspera.
En tiempos extraordinarios donde las medidas para afrontar la pandemia se toman día a día, la validación de la minería como actividad esencial fue bien recibida en el sector ya que, de esta forma, los pedidos de trabajadores, empresas e incluso funcionarios de distintas provincias, quienes solicitaron la continuidad de las operaciones bajo estrictos protocolos de sanidad, han sido escuchados y acompañados por el arco político: una señal de unidad y madurez en medio de un contexto sin precedentes que obliga a actuar con rapidez y, en muchos casos, a avanzar sin jurisprudencia previa.
Con el correr de los días luego de dictarse la primera cuarentena preventiva y obligatoria, las compañías mineras fueron pausando o reduciendo sus operaciones a actividades mínimas. Pero hace 15 días atrás la situación pandémica era distinta a la que tenemos hoy; y atentos a que la cuarentena podría continuar prolongándose, rápidamente empezó a introducirse en el debate nacional qué hacer con la economía y cómo, de forma paulatina, podrían llegar a reactivarse algunos sectores clave.
Así fue que se anunciaron desde este viernes nuevas excepciones a la cuarentena que incluyen a la minería entre distintas grandes industrias, haciendo que, tal como señaló AOMA, la principal organización sindical minera, los mineros argentinos vuelvan a sus trabajos. De ahora en más, y de forma mancomunada mientras se reanudan poco a poco las operaciones, los distintos actores que integran la industria ya han anunciado que se enfocarán en colaborar con las normas sanitarias vigentes para que tanto las comunidades donde se desarrollan los proyectos como los trabajadores cuenten con la seguridad de que se contemplarán todos los estándares necesarios y que tendrán el apoyo de todo el sector. Al momento, no se registraron casos positivos del virus en la industria, y algunas compañías ofrecieron sus recursos y brindaron donaciones para enfrentar la actual coyuntura.
Dentro de esta excepción los empleadores –en el marco del compromiso permanente por la seguridad y salud de todos los trabajadores mineros y contratistas- adoptarán las condiciones de higiene y seguridad establecidas por el Ministerio de Salud de la Nación. Y así se trabajará hacia adelante, en esquemas ampliamente participativos y estandarizados, en reconocimiento de que la minería es una actividad esencial para el sostenimiento de economías regionales y de las familias que las componen. Es un momento donde, con celeridad y precisión, el sector minero podrá acentuar su rol como factor de desarrollo y colaborar desde nuevos enfoques con el país.
Si asumimos que este período tan singular traerá cambios globales respecto a las contemplaciones sociales, sanitarias y hasta económicas, también es útil señalar que el actual contexto permitirá ajustar y consolidar aún más los protocolos y estándares con los que acciona esta industria, acostumbrada a operar en condiciones inhóspitas y en entornos sumamente desafiantes.
Esta excepción es un buen augurio para el sector y toda la comunidad minera, que ejerciendo hoy más que nunca una comunicación constante y coordinada podrá frenar el avance del coronavirus y amortizar las economías regionales hasta que las inclemencias del virus SARS-CoV-2 cesen. Además, será una gran oportunidad para reforzar el vínculo tan necesario entre sociedad, industria y sector público, otro aspecto que es clave para atravesar esta actualidad y que también lo será en el escenario post-pandemia.
De forma transversal, la estructura productiva global está atravesada por una situación de carácter histórico que hace más de tres meses mantiene en vilo al mundo. Y por ello, los momentos críticos también representan una oportunidad para ser mejores. Indudablemente, estos acontecimientos incidirán en las prácticas mineras y son estas transformaciones las que permitirán a la industria afrontar los desafíos tan amplios que se avecinan en el futuro.