El oro ha alcanzado el mayor revalúo diario desde junio pasado, cotizando cerca de su máximo nivel en casi tres semanas, como consecuencia del debilitamiento del dólar en el marco de menores posibilidades de aumentos de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU.
La onza de oro llegó a los US$1.349 en los mercados asiáticos, traduciéndose en un crecimiento del 1,7%, y representando el mejor desempeño desde los resultados del Brexit del 24 de junio pasado, el referendo llevado a cabo en Gran Bretaña por el cual este país decidió separarse de la Unión Europea.
El metal dorado ha retomado su carrera alcista este año sobre las bases de menores posibilidades de un ajuste de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de EE.UU.; este escenario sigue siendo el principal vector detrás del crecimiento de la onza de oro.
Esta realidad de los mercados de los metales, bien diferente a la de fines de 2015, brinda el escenario para que la onza de oro pueda seguir acumulando ganancias. Según algunos analistas, el metal en cuestión podría sobrepasar los US$1.500/oz antes de fin de año.
La combinación de factores anunciados previamente, sumado a los cambios llevados a cabo por parte del Gobierno Nacional -la quita de retenciones a las exportaciones es el más significativo- han llevado a que muchos centros operativos tengan una perspectiva de poder extender su vida útil más allá del horizonte planeado previamente. En la misma sintonía, emprendimientos que estaban en stand by, ahora han recobrado impulso para poder ser puestos en valor, y de esta manera, generar oportunidades para las comunidades donde se asientan, ejemplificadas en fuentes de ingreso, capacitación, educación y salud.