“Barrick Gold Corporation se compromete a ser un buen vecino, un ciudadano corporativo responsable y un cuidador concienzudo del medio ambiente. Creemos que estos rasgos son la base misma sobre la que construir una empresa minera moderna y son tan importantes como la experiencia geotécnica y el flujo de caja libre”. Con estas palabras, el CEO de Barrick, Mark Bristow, presentó este lunes el Informe de Sostenibilidad 2020. El objetivo final de Barrick es lograr cero emisiones netas para 2050.
Bristow dijo que el enfoque de Barrick al riesgo climático fue liderado por estrategias específicas basadas en la ciencia y las realidades operativas, “en lugar de aspiraciones esperanzadoras”, y se revisó constantemente a la luz de los avances tecnológicos. En función de lo comunicado, la identificación y realización de las oportunidades que ofrecían las tecnologías permitieron a la empresa actualizar su objetivo de reducción de emisiones para 2030 del 10% al 30% con respecto a su línea de base de 2018.
En 2020, la estrategia ambiental de Barrick pagó dividendos reales, desde una mejor gestión del agua en Tanzania hasta planes de rehabilitación innovadores en América del Norte. A nivel de grupo, Barrick registró cero incidentes ambientales de Clase 1 por tercer año consecutivo, redujo los incidentes de Clase 2 en un 38% interanual y superó su objetivo de reutilizar o reciclar al menos el 75% de su agua.
“Nuestra hoja de ruta actual incluye medidas de eficiencia energética en todo el grupo y planes ambiciosos para más energía solar en Mali y Nevada, y la conversión de una central eléctrica en Nevada de carbón a gas natural. También detalla nuestros logros hasta la fecha con la nueva tecnología de baterías instalada para aumentar nuestras centrales hidroeléctricas en la República Democrática del Congo, y la conversión de nuestra central eléctrica en la República Dominicana de fuel oil pesado a fuentes de energía más limpias”, amplió Bristow.
Durante el año pasado, la compañía estableció comités de desarrollo liderados por la comunidad en todos sus sitios operativos, incluyendo a Veladero, la mina de oro más icónica de Argentina. Estos comités supervisan actualmente una inversión de más de US$26 millones en proyectos que van desde programas de educación digital en Nevada hasta iniciativas de tratamiento de agua en Argentina y el financiamiento continuo del hospital Paiam en Papúa Nueva Guinea.
“La pronta y eficaz respuesta de Barrick al Covid-19 protegió en gran medida a su negocio y a su gente del impacto del virus y también proporcionó una nueva oportunidad para que la empresa demuestre su compromiso con las asociaciones. Barrick gastó más de US$30 millones en medidas de apoyo comunitario relacionadas con Covid-19 en 2020 y ha pagado por adelantado más de US$300 millones hasta la fecha en impuestos y regalías para aliviar la presión económica de la pandemia en algunos países donde opera.
“En el Informe de Sustentabilidad 2020, hubo una mejora notable con respecto a la mayoría de las métricas y mejoramos nuestra puntuación general. El hecho de que todavía nos hayamos dado una calificación B demuestra que nos damos cuenta de que todavía nos queda mucho camino por recorrer y que no hay lugar para la complacencia. De acuerdo con nuestro objetivo de mejora continua, el cuadro de mando de este año incluye métricas adicionales que se utilizarán para evaluar nuestro desempeño en 2021”, concluyó Bristow.