El funcionario catamarqueño subrayó la importancia de una política minera con visión federal, el desarrollo de proveedores locales y la estabilidad normativa como ejes para consolidar a Catamarca como un actor estratégico en la región. Además, enfatizó la relevancia del Paso de San Francisco como corredor logístico clave para potenciar la competitividad minera.
Por Panorama Minero
Argentina se encuentra en un momento de definiciones clave para el desarrollo minero, con cambios regulatorios como el RIGI y un renovado interés de inversores internacionales. Desde su perspectiva, ¿cómo cree que Catamarca debe posicionarse en este nuevo escenario para consolidarse como una provincia minera de referencia en Sudamérica?
Desde mi punto de vista, más allá de la importancia de los regímenes a las inversiones implementados en el último tiempo por el Gobierno nacional, que tienen que ver con cuestiones fiscales, la política minera de Argentina -desde hace mucho tiempo- no es una política de Estado con visión federal. Yo siempre lo sostuve, se trata simplemente de la suma de las políticas que implementan cada una de las provincias mineras. Es decir que, más allá de los incentivos que son importantes y un aporte para que las inversiones se radiquen en cualquiera de las provincias, es muy importante el trabajo que hace cada una de los gobiernos locales.
En el caso de Catamarca en particular, tenemos una larga tradición minera, tenemos varios proyectos a gran escala en marcha y un desarrollo de proyectos que tienen un gran potencial de crecimiento y por ende, un potencial de aporte al complejo exportador minero de la República Argentina. Y en ese sentido, Catamarca viene con un trabajo sostenido y de mejora en muchos aspectos: en la seguridad jurídica, en los procedimientos, en los controles, en la circulación de mayor cantidad de información, que sabemos que es lo que permite que la gente acepte la actividad. La sociedad, al tener un conocimiento más cabal de la actividad y de los procesos que se llevan a cabo en cada uno de los proyectos y al tener una percepción real de los beneficios económicos y sociales que se generan, acepta a la minería y con eso se logra el clima general que hace que las inversiones se decidan por Catamarca.
En definitiva, los incentivos nacionales terminan siendo una suma, pero sin el trabajo que hacemos las provincias para generar ese clima integral de seguridad, el inversor minero no llegaría. Sin el trabajo de las provincias, los beneficios que son meramente fiscales no tendrían un caldo de cultivo para dinamizar el sector.
Uno de los desafíos recurrentes en la minería argentina es la estabilidad normativa y la previsibilidad para los inversores. ¿Qué medidas está tomando la provincia para garantizar reglas claras y fomentar la llegada de capitales de largo plazo? ¿Qué se puede impulsar desde la provincia para destacar más allá del RIGI?
En Catamarca, la política minera es una política de Estado y además, como Provincia, creemos que todo lo que desarrollamos como políticas públicas tiene que tener carácter progresivo, que nos lleve a estar cada vez en mejores condiciones en todos los aspectos que engloban la actividad: el aspecto estrictamente jurídico de los procedimientos; los sistemas de información y distribución de la información; los esquemas de participación comunitaria, que son clave para que los proyectos mineros puedan desarrollarse en determinado contexto social.
De esta manera, Catamarca tiene un esquema de fuerte seguridad jurídica en el manejo de las propiedades mineras, que se puso en marcha con la reforma del Código de Procedimientos Mineros del año 2020. Con esto, se buscó que las propiedades mineras pasen a manos de inversores que puedan desarrollarlas, terminando con el sesgo de especulación inmobiliaria en el que estuvo sumido durante muchos años el manejo de la propiedad minera, cuando la administración estaba en manos del Poder Judicial. Con la unificación del trámite en sede administrativa, se logró dinamizar el desarrollo de las propiedades y hacer el pase de las que estaban en manos de propietarios especulativos a inversores que tengan posibilidades y ganas de desarrollar los proyectos.
En término de estabilidad, hay que destacar que Catamarca tiene estabilidad política respecto a la minería porque el 95% del arco político, es decir, las fuerzas que tienen posibilidad de gobernar Catamarca a mediano y a largo plazo, tienen -seguramente con matices- a la minería como un política de Estado y como un eje importante para el desarrollo de la Provincia. Esta es una fortaleza que le da tranquilidad a los inversores, de que gobierne el signo político que gobierne, la política minera está arraigada desde hace muchos años como fundamental para el desarrollo local.
El desarrollo de una cadena de proveedores locales es clave para maximizar el impacto económico de la minería en Catamarca. ¿Qué avances han logrado en este aspecto y qué desafíos quedan por resolver? ¿Cómo se trabaja el equilibrio entre proveedores locales y las necesidades crecientes de los grandes proyectos mineros?
Catamarca, desde que en 2014 dictó su normativa la obligatoriedad de contemplar un porcentaje de trabajadores y proveedores locales en los proyectos que se desarrollen en la provincia, produjo un mejoramiento significativo en ambos aspectos.
Este proceso, además de la exigencia de obligatoriedad de contrataciones locales, estuvo acompañado de muchas políticas públicas que buscaron generar las capacidades para cubrir esas exigencias y esos porcentajes de manera eficiente, y que los servicios que presten los catamarqueños estén a la altura de los requerimientos del sector y de los que se podían conseguir dentro o fuera del país.
Y con la implementación de estas políticas públicas, lo que pasó en los últimos años es que Catamarca realmente pudo ampliar su participación en la porción del impacto económico de la minería que mayor importancia tiene: el empleo y la contratación de proveedores locales. Porque siempre se habló de las regalías mineras, pero éstas en comparación con la captura de riqueza de la inversión minera a través del empleo y de los proveedores locales es muy inferior.
Tenemos en claro que para que el impacto económico de la minería sea el mayor posible en las comunidades aledañas y en la provincia, tenemos que tener la mayor cantidad de participación en empleos directos y en servicios mineros que podamos brindar en la misma provincia. Ahí el impacto económico es muy superior al de las regalías e, inclusive, impuestos.
Entonces, vemos que la política de Estado de capacitar catamarqueños a través del Ministerio de Educación, de la Universidad Nacional de Catamarca, del Ministerio de Trabajo que hace una gran tarea para mejorar y certificar capacidades, fue muy importante, porque el impacto económico que más repercute es tener más empleo y más proveeduría locales.
El mercado del litio y el cobre está en plena transformación, con precios volátiles y una competencia creciente entre países productores. ¿Qué estrategias está implementando Catamarca para asegurar que sus recursos se desarrollen de manera competitiva y sostenible en este contexto global? ¿Cuál será el rol a nivel país que tendrá Catamarca en estos mercados?
Es claro que Catamarca tiene potencial en los dos minerales críticos más importantes para la transformación: el litio y el cobre. La Provincia es la primera productora de litio de la Argentina desde hace casi 30 años y tuvo el último proyecto productor de cobre a gran escala en el país, que fue Bajo de la Alumbrera. Pero tenemos un gran potencial de crecimiento en litio y, por otra parte, estamos en condiciones de poner en marcha un proyecto de cobre de clase mundial, como es MARA.
En cuanto al litio, contamos con la posibilidad en el corto y mediano plazo de cuadruplicar o quintuplicar la producción actual, solo teniendo en cuenta los cuatro proyectos que están en etapa de construcción de infraestructura para producción, más la expansión del proyecto Fénix.
En materia de cobre, nos encontramos dando los últimos pasos en la exploración avanzada y la factibilidad de MARA, para que se transforme en el mediano plazo en el proyecto de producción que devuelva a la Argentina al contexto internacional de productora de cobre. Este es un objetivo primordial no solo de Catamarca, sino de varias provincias y es muy bueno que Argentina tenga hoy un alineamiento de toda la región andina, que busca llevar adelante y poner en marcha proyectos que van a realizar un aporte importante al complejo exportador del país.
En el contexto de transición energética, el litio es uno de los minerales más demandados. ¿Cómo está trabajando Catamarca para consolidar su posición como un actor clave en este mercado global? ¿Cuáles son las acciones que desde la política acompañan ese vasto potencial geológico?
En lo que tiene que ver con el litio, Catamarca amén de ser el primer productor a nivel nacional desde el año 1997 con el proyecto Fénix, es un actor con un gran potencial de crecimiento, ya que en el corto y mediano plazo va a cuadruplicar o quintuplicar la producción actual, con los 4 proyectos que están más cerca de la etapa de explotación: Sal de Oro, de POSCO, ubicado en la zona de cooperación con Salta; Sal de Vida, el proyecto de Arcadium que hoy es Río Tinto; la construcción del proyecto de la empresa china Zijin (Tres Quebradas); y en el último tiempo, se autorizó la construcción de infraestructura del proyecto Hombre Muerto Oeste, de la empresa Galan; además de la expansión del proyecto Fénix, prevista para los próximos dos años.
De modo tal, que el panorama de crecimiento es de gran magnitud, por lo que creemos que vamos a ser un actor trascendental en el contexto nacional y que vamos a contribuir para que el país se ponga en un sitial importante en el contexto global.
Esto es fruto del trabajo que hacemos como Provincia. Justamente, en esta etapa de vaivenes del precio del mineral, que por ahí ralentizó el avance de algunos proyectos y detuvo la exploración de otros, Catamarca siguió generando las articulaciones necesarias para desarrollar infraestructura y logística, a través de iniciativas mixta público- privado, como las inversiones en caminos, que llevan no solo a mejorar las condiciones para el inversor sino que también, y fundamentalmente, aportan mucho al desarrollo de las comunidades tanto en otros sectores productivos como el turismo, como en su calidad de vida, al contar con mayor accesibilidad.
En definitiva, el litio pone a Catamarca en un sitial importante, tanto por los proyectos mencionados, como por los tantos otros que están en etapa inicial de exploración y que van contribuir a incrementar en el mediano plazo lo que ya tenemos en producción.
¿Cuáles son las variables que toma en cuenta la provincia a la hora de analizar el rendimiento de la minería como actividad productiva? ¿Qué balance existe en la provincia al respecto?
Un análisis de la actividad minera tiene aspectos disímiles en cuanto a los parámetros que se puedan elegir para evaluarla. Hay parámetros mucho más fríos, como las toneladas producidas, toneladas exportadas o la cantidad de divisas que genera para el país o la provincia, pero éstos por ahí no tienen tanto que ver con el desarrollo y el empleo que esta actividad permite generar en la comunidad. De modo tal que, como Provincia, el parámetro que miramos es el empleo y el desarrollo económico a través de proveedores locales, porque justamente es el aspecto que consideramos económicamente más importante y que mayor cantidad de renta o de percepción de la inversión extranjera directa nos permite captar, a los fines de generar un mayor desarrollo económico local.
Catamarca, mediante sus políticas de exigencia de empleo local y desarrollo de proveedores y de capacitación logró mejorar muchísimo en los últimos años el parámetro de participación de actores locales en la actividad. Es así que hoy tenemos casi 3 mil empleos directos en la actividad minera y entre directos, indirectos e inducidos superamos los 10 mil empleos, lo cual representa casi el 25% del empleo privado total de la Provincia.
Esto coloca a la actividad minera como un actor principal en los últimos años en Catamarca en la generación de empleo. Y ese, para nuestra política de Gobierno, es el parámetro principal para medir el impacto real de la actividad. Por ejemplo, hoy en Catamarca tenemos a Farallón Negro produciendo oro y plata y a Fénix, litio; y tenemos mucha actividad en prospección y exploración, con un impacto real en el parámetro del empleo que, obviamente, no tienen los parámetros como las toneladas producidas, exportadas o las divisas que aportan al país. Por lo que nuestro balance en término de la actividad minera, siempre pasa por el empleo y el desarrollo de servicios locales.
Respecto a logística, ¿qué oportunidades ofrece el paso San Francisco para potenciar la minería y mejorar la competitividad de la provincia?
En términos de logística hace muchos años que Catamarca apostó por el Paso de San Francisco como una vía de conexión hacia Asia, por el Pacífico. En los últimos años, esto se afianzó al sumarse otras provincias del Norte Grande, que también plantearon la necesidad de generar este corredor bioceánico a través de nuestro paso internacional.
El corredor, sin dudas, es un desafío logístico que va a beneficiar a la actividad minera en Catamarca, para lo cual la provincia hizo muchos esfuerzos y continuamos trabajando para fomentar que ese esfuerzo se termine de concretar del lado chileno, para que sea una realidad esta vía de conexión hacia el Pacífico, que es de gran importancia para la minería.
En Catamarca, estamos trabajando para conectar todas las zonas mineras con el Paso de San Francisco y que se convierta en el corredor principal, por el que ingresan los insumos y se pueda exportar nuestra producción. De ese modo, también cambiará la matriz centralista del puerto de Buenos Aires, y permitirá que la economía de las provincias andinas cambie su matriz de desarrollo.
PDAC es una plataforma clave para atraer inversiones y fortalecer relaciones con actores globales. ¿Qué rol debe jugar el sector público provincial en la interacción con inversores para garantizar que los proyectos mineros se desarrollen con previsibilidad, impacto positivo en la economía local y visión a largo plazo? ¿Qué expectativas tienen en términos de nuevas alianzas o compromisos de inversión?
El PDAC es un evento global que reúne a los actores más importantes de cada una de las etapas del proceso minero y a los actores de los gobiernos, quienes tienen que desarrollar las políticas públicas para desarrollar minería. En este sentido, el rol de las autoridades provinciales o nacionales es fundamental para brindar seguridad a las inversiones, estabilidad política, asegurar los niveles de participación comunitaria necesarios, los estándares de sustentabilidad ambiental y los niveles de publicidad de la información de los procesos jurídicos y ambientales. Es fundamental para la actividad que se tenga conocimiento cabal de los proyectos que se realizan, porque al tener más información, al estar a disposición de las comunidades y de la población en general, los niveles de aceptación son mayores. Y, por otra parte, lo que más debe asegurar un Gobierno y una política pública es que el impacto y el desarrollo económico de la actividad minera sea en los máximos niveles posibles. El Estado es el garante de ello, el que a través de las políticas públicas genere esas condiciones.
En este marco, en esta edición de PDAC, Catamarca reafirmó su posición respeto a la importancia que tiene el desarrollo minero para la provincia; venimos a afianzar nuestra política progresiva virtuosa en relación a todos los parámetros de la actividad: sustentabilidad ambiental, participación comunitaria, niveles de información pública bajo estándares internacionales. Todos aspectos que son importantísimos para el análisis de posibles inversores que puedan llegar a Catamarca. Por eso, creemos que es importante estar presentes en este ámbitos, para mostrar los progresos que logramos en cada uno de estos aspectos; mostrar nuestra tradición minera y mostrar la estabilidad que generamos para que esa tradición siga a través de los años.
Queremos darle la tranquilidad a los inversores de que en este esquema progresivo de política pública, todos los parámetros van a ir mejorando, generando seguridad en sus inversiones y que cuentan con los estándares que exige una inversión de tanto riesgo como es la inversión minera.
Por otra parte, la expectativa de la provincia es poder interactuar con diferentes actores del sector privado que en muchos casos están en Catamarca, pero que se encuentran en proceso de transición por readecuaciones propias de las empresas. Este evento nos permite encontrarnos con los actores de los más altos niveles de las empresas que están trabajando en la provincia o ante inversores que puedan capitalizar proyectos radicados en la provincia. Y también con otros actores ejecutores de políticas públicas, de estados provinciales, estaduales, nacionales, que manejan diferentes niveles o estándares en sus jurisdicciones, lo que nos permitirá comparar o tomar como horizonte para avanzar en relación a lo que venimos haciendo.