La multinacional BHP lanzó un mensaje claro desde la World Copper Conference 2025: está lista para ejecutar un ambicioso plan de expansión en Chile, pero advierte que el país debe actuar con "sentido de urgencia" si no quiere perder competitividad frente a otros destinos de inversión.
Por Panorama Minero
Alejandro Tapia, presidente de Escondida para BHP, fue el encargado de presentar la visión de la compañía durante el evento organizado por CRU en Santiago, del que fue partícipe Panorama Minero. “Tenemos los proyectos, el talento y la capacidad financiera para avanzar. Pero la velocidad en la tramitación de permisos será decisiva”, expresó ante un auditorio integrado por líderes del sector minero global.
El contexto no es menor. Según proyecciones discutidas en el mismo foro, la demanda mundial de cobre crecerá cerca de un 70% hacia 2050, impulsada por la transición energética, la electrificación de la economía y la expansión tecnológica. En este escenario, BHP busca consolidar su liderazgo en el segmento del cobre con un paquete de inversiones de US$13.000 millones para sus tres principales operaciones en el país: Escondida, Spence y Cerro Colorado.
Una hoja de ruta ambiciosa
Actualmente, las operaciones de BHP en Chile representan el 27% de la producción nacional de cobre y constituyen uno de los principales pilares fiscales del país. Solo en el ejercicio fiscal 2024, sus activos generaron US$9.400 millones en contribuciones directas e indirectas, equivalentes al 3% del PIB chileno, según cifras presentadas por Tapia.
El plan de crecimiento anunciado comprende:
● Escondida: US$10.800 millones, con un primer proyecto de optimización en la planta concentradora de Laguna Seca (US$2.300 millones). La empresa ya inició la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y se declara preparada para iniciar la ejecución durante 2025 si se aprueban los permisos.
● Spence: US$1.300 millones destinados a extender la vida útil del yacimiento hasta 2039. El Estudio de Impacto Ambiental fue ingresado en febrero pasado.
● Cerro Colorado: BHP evalúa su reapertura a partir de 2028, con una inversión estimada de US$1.300 millones que permitiría operar durante dos décadas adicionales.
“Este es un plan de crecimiento sin precedentes, sustentado en nuestra excelencia operativa y en el compromiso con los más altos estándares ambientales”, enfatizó Tapia. “Estas inversiones no solo beneficiarán a la compañía, sino también al país, sus comunidades y las regiones en las que operamos.”
Riesgo de oportunidades perdidas
La advertencia de BHP no es aislada. Durante el evento, diversos actores de la industria señalaron que los procesos regulatorios prolongados están debilitando la capacidad de Chile para atraer inversiones mineras, especialmente frente a países que están adaptando sus marcos normativos para captar capital intensivo en sectores estratégicos como el cobre y el litio.
“La competencia por capital será feroz en esta década. No basta con tener los recursos; hay que asegurar las condiciones para desarrollarlos a tiempo”, alertó Tapia.
En paralelo, el llamado de atención también resuena en otros países de la región como Argentina, donde los desafíos regulatorios y la necesidad de certidumbre jurídica son igualmente relevantes para avanzar en proyectos mineros de escala internacional.
Una señal para los mercados
La presentación de BHP en Santiago revalidó el compromiso de largo plazo con Chile, mientras que también funcionó como una señal al mercado: la compañía está dispuesta a movilizar capital de manera inmediata si se dan las condiciones necesarias.
En tiempos de transición energética y disrupción geopolítica, el cobre se reafirma como un activo estratégico para los próximos 30 años. Para los productores, la ventana de oportunidad está abierta. La pregunta, como dejó claro BHP, es si los países anfitriones podrán actuar con la misma rapidez que exige el mercado.