La provincia de Chubut es una de las jurisdicciones argentinas más atractivas desde el punto de vista geológico. Un rápido análisis nos indica que la provincia patagónica cuenta con una amplia oferta minera, la que incluye metales preciosos, metales no ferrosos, y minerales nucleares. A pesar de la riqueza del subsuelo de Chubut, la minería no ha podido ser desarrollada de momento que está prohibida por ley. Se trata de una situación que se remonta a inicios de la década pasada.
Un repaso de la situación de Chubut demuestra que la economía provincial está empobrecida, con una matriz agotada. Y, en más de una década, Chubut ha dejado pasar una muy importante oportunidad. Pero ahora estarían comenzando a surgir los primeros indicios de vientos de cambio.
Reuniones de las que participaron el Ministro de Energía y Minería de la Nación –Ing. Juan José Aranguren-, intendentes y jefes comunales chubutenses, incluyeron iniciativas referidas a la industria minera. Fue en este ámbito que el Ministro Coordinador de Gabinete de la provincia de Chubut, Dr. Sergio Mammarelli, manifestó que “no se ha dado el debate amplio en la sociedad chubutense que se tiene que dar en relación al tema de la minería. Debate que hace a la democracia”. El funcionario provincial agregó que “es la gente la que tiene que dar el debate. Todo debate siempre es sano”.
El próximo 21 de febrero se llevará a cabo en Telsen un encuentro entre el Ministro de Energía y Minería de la Nación y los intendentes chubutenses. El Gobernador provincial, Dr. Mariano Arcioni, expresó: “Aranguren, que es un ministro de la Nación, tiene todo el derecho a venir y va a ser recibido como corresponde, viene a Telsen con los intendentes que lo han invitado y lo han convocado, justamente a informar y dar inicio a un debate. Yo no voy a prohibir jamás un debate”.
Bien se sabe que la minería es un recurso finito. Al ser agotable, representa una ventana de oportunidad para que toda la sociedad logre un salto hacia la calidad. En otras palabras, la minería es una oportunidad única que posibilita el acceso a miles de puestos de trabajo, con la consiguiente generación de riqueza para todos los chubutenses. Esto significa otorgar esperanza de superación y crecimiento, acceder a una mejor calidad de vida, capacitarse y formarse en una industria desafiante. Ello no se limita únicamente a las personas que puedan prestar sus servicios en una empresa minera, sino también hay que considerar el efecto multiplicador o derrame representado por aquellos que participan como prestadores de bienes y servicios.
La apertura al diálogo, tan necesaria para la minería en Chubut, incluirá espacios de debate, consulta, apertura, requerimiento de opiniones de especialistas idóneos –científicos y técnicos- para que se prime la objetividad. Es preciso defender la sustentabilidad ambiental, pero no al precio de –lisa y llanamente- prohibir sin posibilidad de un diálogo o debate.
Todavía sigue vigente el marco normativo que prohíbe el desarrollo de la industria minera provincial. Pero las gestiones tendientes a avanzar en el debate es un síntoma de que, desde Chubut, estarían comenzando a surgir los primeros vientos de cambio.