Desde Minera Santa Cruz S.A. (MSC) el Gerente General, Dr. Roberto Cacciola, informa la actualidad de mina San José, destacando la firme apuesta de los accionistas para permanecer en Argentina, y apostando a futuro de la mano de la actividad exploratoria, la cual ha otorgado resultados más que satisfactorios. Cacciola pone de manifiesto los avances en materia de innovación, a la vez de resaltar las políticas de la compañía para enfrentar la pandemia COVID-19.
- MSC siempre se ha caracterizado por sumar nuevos recursos, ¿cuál es el plan exploratorio para 2020?
Cómo bien se informa, MSC se caracteriza por sumar recursos. Nació como un proyecto para 5 años, lleva 13 produciendo y tenemos una ventana de aproximadamente 4 años mínimo por delante. Los descubrimientos han sumado recursos y la mejora actual de precios ha hecho que se sumen recursos conocidos que pasaron a ser económicos. La actividad exploratoria es constante. En 2020 estamos ejecutando un plan de más de US$12 millones en inversión en exploración, que incluye targets dentro del yacimiento, áreas cercanas y otras.
Los accionistas han apostado por Argentina y su deseo de permanencia y crecimiento se mantiene inalterable. El equipo entero de la compañía apuesta al futuro, y con ellos seguimos adelante pese a cualquier obstáculo.
- ¿Qué desarrollos se observan en los últimos años en MSC en relación a mayor seguridad y salud de los operarios, así como eficientización de procesos?
Estamos transcurriendo el tercer año del Proyecto de Transformación Cultural que nació a nivel corporativo, con base en la seguridad industrial. Este plan de Transformación está dando muy buenos resultados. Nuestros niveles de índices de frecuencia y de severidad están en los mejores de la industria y el cambio conductual de todos los que formamos MSC es formidable. Nuestra gente cada vez se cuida más, comprende que la seguridad es el eje principal del emprendimiento minero. Este cambio cultural tuvo un efecto derrame porque significó el involucramiento de todos los niveles de la compañía local y de la corporación.
La transformación cultural no se agota en la seguridad sino que es transversal al cuidado ambiental y al liderazgo.
En materia de mejora de eficiencia de procesos, se ha incorporado equipamiento específico, tecnología y capacitación de personal para poder extraer mineral de buena ley pero en vetas muy angostas. En materia de innovación se han construido recientemente dos plantas, una de relleno hidráulico y otra de recuperación de agua que constituyen una novedad en Argentina, ya que ninguna otra operación local posee plantas de similar tecnología.
- En MSC se han ejecutado cambios que hayan trascendido la operación, para aplicarse a otras operaciones de Hochschild Mining?
La interacción entre los profesionales locales con los corporativos es constante y el aprendizaje es mutuo.
La geología de cada proyecto genera nuevas necesidades y por ello, la utilización de determinados equipos en una operación permite evaluar las posibilidades para ampliar su aplicación. En esta línea, en el último año estamos aplicando perforación exploratoria horizontal con equipamiento que no registra antecedentes de utilización previa ni en el grupo ni en la Argentina, que ha demostrado una muy buena performance.
- ¿Qué visión posee del comportamiento de los metales preciosos? ¿Considera que estos valores se mantendrán en el tiempo?
Llevo muchos años en minería y tengo claro que hay ciclos de precios con oscilaciones muy bruscas, como también tengo claro que esos ciclos no son uniformes en el tiempo y por ende las proyecciones tienen un valor muy relativo. No creo en las proyecciones.
En los últimos días ha comenzado un proceso de volatilidad de precios, situación que confirma mi convicción.
Aprendí que los ciclos de buenos precios hay que aprovecharlos para crecer. Que además hay que disfrutarlos pero no hay que confiarse en ellos.
- La pandemia COVID-19 representa uno de los más grandes retos enfrentados por la industria minera, ¿cómo ha afrontado el grupo Hochschild esta circunstancia, particularmente en la operación San José? ¿A qué ritmo están operando, y cuándo consideran el retorno a una normalidad?
No hay duda de que la pandemia COVID-19 es el máximo desafío que ha enfrentado la humanidad en el último siglo.
Hace pocos días leí una declaración de Isabel Allende que sirve para resumir lo que la pandemia significa: “la pandemia nos ha demostrado que somos una sola familia. Lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos. No hay esta idea tribal de que estamos separados del grupo y que podemos defender al grupo mientras el resto de la gente se friega. No hay murallas, no hay paredes que puedan separar a la gente”.
Vinculando la definición precedente con la pregunta de cómo enfrentamos la pandemia en San José puedo responder lo siguiente:
Lo que entendimos rápidamente fue que la mayoría de cosas que estaban bajo nuestro control dejaron de estarlo y entonces desde el inicio definimos 3 postulados básicos que están marcando nuestro accionar:
a) Respetar completamente todas las disposiciones reglamentarias nacionales, provinciales y municipales.
b) Cuidar a nuestra gente. Ser solidarios con nuestro entorno.
c) Proteger los activos de la compañía.
También insistimos mucho en que si alguien pensaba que la pandemia sólo afectaba a la compañía y que las consecuencias de cualquier accionar eran exclusiva responsabilidad de ella, se equivocaba totalmente. Nadie puede estar inmune a los efectos de la pandemia, nos afecta a todos.
Como en toda crisis, la primera reacción es pensar que lo que realmente está pasando, no está sucediendo; la segunda reacción, es buscar culpables; luego pasamos a la tercera etapa que es comenzar a asumir que lo que está pasando realmente está pasando y por ende no ganamos nada en buscar culpables inexistentes sino que debemos pasar lo antes posible a la cuarta etapa, esto es, enfocarse en la crisis enfrentándola y buscando soluciones ya sean parciales o totales. Finalmente, en algún momento llega la última etapa que es el fin de la crisis. Este último paso no sabemos cuándo llegará.
Pusimos mucho énfasis en superar rápidamente las primeras dos reacciones. Nos concentramos en la tercera etapa pasando del reclamo a la cooperación y hoy estamos transitando la cuarta etapa.
Esta cuarta etapa requiere disciplina, concentración para reinventarse, generosidad, superación de los fracasos y frustraciones, anticipación, entre otras cosas. Dicha etapa se nutre en el fortalecimiento del temple, tener la mente abierta para hacer las cosas de otra manera, y demostrar permanente disposición para colaborar.
La inmensa mayoría de nuestra gente ha respondido muy positivamente, situación que nos enorgullece porque en estos días transitamos la pandemia proyectando el futuro.
Actualmente estamos operando a un nivel de aproximadamente el 70% de nuestra capacidad productiva. La mayor limitación se vincula con el traslado del personal, las cuarentenas en los lugares de residencia de nuestro personal y las que por prevención se aplican antes de ingresar al yacimiento. Estamos realizando un gran esfuerzo por mantener el nivel alcanzado. En este contexto no podemos predecir cuándo vamos a poder volver a la normalidad.
- En relación a la pregunta anterior, y sabiendo de las demoras, ¿considera que tendría que haber alguna flexibilidad en los procedimientos, siempre en el marco del respeto de las medidas sanitarias?
Como mencioné anteriormente, el cumplimiento de las reglamentaciones sanitarias constituye una obligación de todos. En este marco, la flexibilidad se vincula con el sentido común.
Creo que todos aprendimos que debemos convivir con el virus, que no tenemos la menor idea de cuánto tiempo permanecerá y que por ende debemos naturalizar su existencia.
Naturalizar su existencia no significa ignorarla sino entender que debemos accionar, ser proactivos, ingeniosos y responsables.
El énfasis lo tenemos que poner en la responsabilidad individual. Si todos actuamos responsablemente, las posibilidades de contagio disminuyen y se pueden incrementar las actividades productivas. Las formas de relacionamiento social han cambiado al menos temporalmente y eso hay que asumirlo. Fortaleciendo la responsabilidad individual, la progresividad para el camino de la normalización será efectiva y consecuentemente podremos ir avanzando hacia la misma.