Por Lic. Danilo Silva
Saben que Argentina es un destino pacifico, con múltiples ventajas todavía disponibles, como lo es la enorme capacidad de su población para adaptarse a los entornos más complicados y hasta de poder visualizar un futuro desde la nada misma.
Los que sí ya llegaron, mejor dicho, están en las zonas de los proyectos mineros que tanto prometen, son los pobladores, las personas y familias afincadas en esas zonas de interés, desarrollando sus trabajos de pastoreo, de produccion, o bien simplemente ocupando el lugar para cuidarlo y preservarlo para futuras generaciones. Están sosteniendo un activo, son parte de lo que lo que en el Idioma Inglés se llaman “stakeholders”. Haciendo un paralelismo con los donantes de sangre, que “donan vida”, estos pobladores son “donantes de Licencia Social”, una mercadería que los potenciales inversores requieren como el agua en el desierto.
Estas poblaciones pueden estar con diferentes niveles desarrollo educativo. Es más, muy posiblemente, sus niveles de instrucción son básicos. No porque ellos hayan elegido no capacitarse sino porque no tuvieron la oportunidad de lograrlo. No tener la posibilidad no significa que no deseen aceptar el cambio. Ellos, en su humilde y digna soledad, han tenido el tiempo suficiente para reflexionar acerca de la vida y de lo que hubieran intentado hacer si el contexto hubiera sido diferente.
Como contrapartida, estarán llegando inversiones en el ambito de la minería, para explorar las regiones, identificar zonas de interés prospectivo y ponerlos en valor. Muy posiblemente, estas empresas mineras pueden acceder a los recursos humanos que necesiten para su propósito económico, trayéndolos desde otras regiones. Lo pueden hacer, claro.
Pero, hete aquí que los inversores tambien saben que sus planes de desarrollo en el negocio minero se mueven en el mediano y largo plazo. Cuanto más grande es el proyecto minero por emprender, más tiempo insumirá su exploracion, desarrollo y puesta en produccion. Así que hay tiempo de sobra para construir la necesaria Licencia Social, que se puede comprar llave en mano al momento de la Prefactibilidad o se puede construir desde el inicio del proceso exploratorio. Personalmente, recomiendo ir por la segunda alternativa, estableciendo desde el inicio de la actividad una relación amena y constructiva con los pobladores de la zona de interés. Identificando los niños y jóvenes que forman las familias lugareñas, y proponiéndose apoyarlos en el proceso educativo, para llegado el momento, poder disponer de los mismos como los Recursos Humanos indispensables para el desarrollo del proyecto.
Las Familias estarán enormemente agradecidas con el arribo de estas inversiones, sobre todo al momento de advertir que vienen con la idea de relacionarse para que todos ganen. Que ganen los lugareños y que ganen los inversores, es la situación ideal por alcanzar, para que el conjunto este satisfecho con las actividades desarrolladas.
